La deglución es un proceso reflejo de inicio voluntario, en el cual, intervienen estructuras como la cavidad oral (labios, dientes, paladar duro, paladar blando, mandíbula, suelo de la boca, lengua y los pilares del velo del paladar) la faringe, el esófago y epiglotis, impidiendo esta última el paso de alimentos tanto sólidos como líquidos al sistema respiratorio.
La disfagia en un trastorno que impide o dificulta deglutir líquidos y/o sólidos, caracterizado por una dificultad en la preparación del bolo alimenticio o en el desplazamiento de los alimentos desde la boca hasta el esófago, debido a afectaciones estructurales y/o funcionales en los complejos mecanismos orofaríngeos implicados, originado por lesiones del Sistema Nervioso Central (SNC) o Sistema Nervioso Periférico (SNP).
Su signo más característico es la dificultad para tragar alimentos sólidos y líquidos. También pueden aparecen síntomas como tos, carraspeo, asfixia, tensión corporal, etc.
La disfagia puede provocar consecuencias médicas como neumonía por aspiración o malnutrición. También tiene consecuencias psicosociales, ya que la alimentación es una actividad con una dimensión social y placentera, que incide en gran medida en la calidad de vida de cada uno de nosotros.
En nuestro servicio de Logopedia en A Coruña, realizamos una valoración exhaustiva de todas las funciones implicadas en la deglución con la finalidad de conseguir un diagnóstico adecuado y aplicar el mejor tratamiento para ayudar a la persona afectada a superar sus dificultades deglutorias, como pueden ser:
- Modificar la consistencia y textura de los alimentos y las bebidas.
- Adaptar los utensilios para facilitar la ingesta.
- Utilizar técnicas que ayuden a estimular la musculatura y los nervios de la cavidad bucal para proteger al paciente ante posibles aspiraciones.
- Controlar la postura en el momento de la ingesta para favorecer la deglución.