¿Qué entendemos por Atención Temprana?
El libro blanco de Atención Temprana (1) define a esta como "el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños/as con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño/a, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar".
¿Cómo trabajamos en Atención Temprana?
En Neurosens trabajamos de forma interdisciplinar con la población infantil susceptible de recibir servicios de Atención Temprana, siguiendo un modelo de intervención centrado en la familia, el entorno y la participación en la comunidad de los más pequeños.
Un equipo interdisciplinar debe estar formado por "profesionales de distintas disciplinas, en el que existe un espacio formal para compartir la información, las decisiones se toman a partir de la misma y se tienen objetivos comunes" (1).
Objetivos de tratamiento
Así, los objetivos generales del equipo a la hora de desarrollar el tratamiento serán:
1. Reducir los efectos que puede ocasionar una discapacidad o déficit en el desarrollo global del niño/a.
2. Favorecer, en la medida de lo posible, el avance del desarrollo del niño/a en las distintas esferas: motriz, cognitiva, sensorial, emocional, comunicación, social y autonomía.
3. Introducir los mecanismos necesarios de compensación, de supresión de barreras y adaptación a necesidades específicas.
4. Evitar o reducir la aparición de efectos o déficits secundarios o asociados derivados de un trastorno o situaciones de alto riesgo.
5. Atender y asesorar a las familias acerca de sus demandas sobre las necesidades del niño/a dentro de su entorno habitual.
6. Considerar al niño/a y a su familia como sujetos activos y centrales de la intervención.
7. Colaborar y asesorar a otros profesionales del ámbito sanitario, educativo o de ocio en los que participe el niño/a.
¿Cómo podemos ayudarte desde cada uno de nuestros servicios?
Terapia ocupacional
En el servicio de Terapia Ocupacional llevamos a cabo la valoración de la autonomía en las actividades de la vida diaria de los más pequeños.
Cuando pensamos en autonomía, solemos imaginarnos a niños/as mayores, pero ésta comienza a adquirirse desde que nacemos: a través de la participación en experiencias sensoriomotoras, del juego y de las interacciones con los adultos o niños/as y el entorno que nos rodean, se van desarrollando las funciones sensoriomotoras básicas (control cefálico y de tronco, manipular, agarrar, tirar, control oculo-motor, pinza digital, etc.) que después servirán de base para la adquisición de habilidades más complejas como la lectura, la escritura, la atención, la motricidad fina, la conceptualización visuoespacial, etc., y que permitirán al niño/a convertirse poco a poco en un adulto independiente.
Por este motivo, los terapeutas ocupacionales intervenimos en población infantil desde los 0 meses, para valorar el desarrollo global, ver qué áreas se encuentran afectadas y promover la adquisición de las funciones que se encuentran en la zona de desarrollo próximo, y que le permitirán mejorar su autonomía para las actividades básicas de la vida diaria (aseo, vestido, alimentación), para poder jugar y relacionarse con otros/as niños/as y personas adultas, participar en la escuela y en el recreo, etc.
Una de las áreas específicas de valoración de los terapeutas ocupacionales es la integración sensorial. La Terapia Ocupacional basada en el enfoque de Integración Sensorial de Ayres se basa en que antes de aprender funciones complejas como leer, escribir o calcular, tenemos que entender el significado de lo que vemos, sentimos (movimiento, contacto, fuerza, etc.) o escuchamos, y ser capaces de planificar nuestros movimientos, organizar nuestro comportamiento y dar una respuesta adaptativa (exitosa) ante las demandas del entorno y la actividad que estamos desarrollando.
Por tanto, la integración sensorial se puede entender como la capacidad del niño/a de sentir, comprender y organizar la información sensorial proveniente de su cuerpo y de su entorno. Todo esto está relacionado con la eficacia con la que nuestro sistema nervioso organiza los estímulos del exterior o del interior de nuestro cuerpo que percibimos a través de nuestros receptores sensoriales. Por ello, las intervenciones estarán dirigidas a evaluar si las dificultades en la adquisición de autonomía están relacionadas con problemas en el procesamiento sensorial, identificar los estímulos que necesita el niño para superar los déficits de procesamiento y desarrollar una intervención centrada en el empleo de experiencias sensoriomotoras para que el niño aprenda a regular su conducta, a planificar sus movimientos y a organizar sus respuestas ante las demandas del entorno.
Fisioterapia
Desde el servicio de Fisioterapia y siempre en concordancia con los demás servicios se pueden establecer las bases del tratamiento de Atención Temprana. Hay diversas pruebas, denominadas pruebas de provocación o reacción, que pueden ayudarnos a discriminar qué es lo que hace nuestro/a hijo/a y qué es lo que no hace en función de un desarrollo motor típico.
Por ejemplo, en edades muy tempranas, nos sirven para discriminar si con 4 meses, nuestro bebé no alcanza un objeto porque no le interesa, porque no puede separar el brazo o porque aún no puede controlarlo. Esto significa que, en base a los resultados de pruebas como son los reflejos o las reacciones de equilibración y enderezamiento, podemos averiguar en qué edad motriz se encuentra el/la niño/a, qué músculos no están entrando en acción y en qué situaciones y por tanto, cuáles son los grupos musculares sobre los que debemos incidir primero. Además, una de las características de la intervención de fisioterapia en atención temprana es que siempre se tiene en cuenta los posibles riesgos ortopédicos que existen para el pequeño. Es decir, se hará siempre un balance del estado articular de aquellas articulaciones en peligro, para así recuperar una deformidad tratable o evitar que progrese.
De esta manera trataremos, a través de juegos y estímulos, aquella musculatura que se encuentra debilitada o por el contrario, inhibiremos musculatura sobreutilizada. Esto se realizará siempre con el fin de conseguir que el /la niño/a tenga el desarrollo motor más típico posible.”
Logopedia
Desde el área de logopedia evaluamos, diagnosticamos e intervenimos en dificultades del desarrollo no solo del lenguaje, habla y comunicación, si no también del desarrollo de las funciones del sistema estomatognático; es decir, aquellas relacionadas con los órganos y tejidos que permiten las funciones fisiológicas para comer, hablar, pronunciar, masticar, deglutir y sonreír. Dentro de estas funciones también incluimos las expresiones faciales, respirar, besar o succionar.
Para poder llevar a cabo la intervención en el sistema estomagtonático, empleamos una intervención centrada en la terapia miofuncional, la cual, podemos definir, como el estudio y tratamiento de los músculos relacionados con el habla, dentición, masticación y formación del bolo alimenticio, deglución y aquellos aspectos tanto de la salud mental como de la física, relacionados con ellos. En casos de bebés recién nacidos una de las dificultades más habituales con la que nos encontramos los logopedas, es el hecho, de la frustración que sienten las madres ante el hecho de que su bebé no presente el movimiento de succión, el cual, le permite alimentarse de forma correcta y equilibrada.
En lo que respecta al desarrollo del lenguaje, no debemos obviar, por ejemplo, el hecho de que un/a niño/a si tiene un año y medio y no habla, la respuesta nunca es, ya hablará; la respuesta correcta sería, vamos a consultar a un
logopeda que valore la situación y nos ayude. Por otro lado, en muchas ocasiones en niños/as en edades preescolares, es frecuente encontrar que el entorno cercano del niño que no habla bien o no pronuncia ninguna palabra suele manifestar que ellos entienden a su hijo, pero tienen que explicar ellos a personas ajenas a la familia lo que el/la niño/a está pidiendo.
Dentro de la intervención específica sobre el lenguaje y la comunicación, podemos emplear técnicas específicas a través del juego para ayudar a desarrollar el lenguaje verbal, o bien aplicar sistemas de comunicación alternativa y aumentativa, que permita que el/la niño/a pueda comunicarse en cualquier entorno, independientemente de que haya alguien cercano de su família que actúe como interlocutor para que los demás puedan comprenderle.
Psicología
La Psicología desde la Atención Temprana tiene como objetivo principal intervenir lo antes posible en casos de niños/as de 0 a 6 años con problemas en alguna de las áreas del desarrollo o con riesgo de padecerlos. Desde el servicio de Psicología, se aportará al equipo interdisciplinar realizando una valoración específica en cada caso de las áreas de desarrollo cognitivas, emocionales y sociales, y planificando la intervención atendiendo a las necesidades de cada niño/a, con el fin de conseguir mejoras en los niveles madurativos y minimizar los efectos negativos que pueden tener los déficit en estas áreas durante su desarrollo. Así, a través del juego ayudaremos a desarrollar funciones ejecutivas (memoria de trabajo, planificación-inicio-finalización de tareas, inhibición de impulsos, flexibilidad cognitiva, anticipación, etc.), centrar la atención, mejorar las respuestas de regulación emocional y de resolución de problemas, trabajar la autoestima y el autoconcepto, desarrollo de habilidades sociales, etc.
No obstante, la intervención no solo va dirigida a los más pequeños, sino que es necesario apoyar y hacer partícipes en el proceso a las personas que están en los contextos donde el/la niño/a lleva a cabo su desarrollo, como la familia o el colegio, para conseguir un mejor funcionamiento en estos ámbitos. Normalmente, los/as niños /as con problemas específicos o con ciertas vulnerabilidades, suelen presentar diferentes necesidades, motivo por el cual el hecho de tener un equipo interdisciplinar en nuestro centro nos facilita hacer una cobertura integral de las mismas.
En esta etapa del desarrollo, los comportamientos disruptivos, los celos, la agresividad, la desobediencia, etc, también pueden ser dificultades presentes, pudiendo ser estas causantes de malestar en tu hijo y de un inadecuado funcionamiento familiar y social. En este sentido, el servicio de Psicología también podrá prestarte ayuda.
Más información
En nuestra Unidad de Atención Temprana en A Coruña te asesoramos sobre cuál es la intervención más adecuada para el correcto desarrollo de tu hijo o hija. Pídenos una cita y conócenos sin compromiso.
Bibliografía:
1. GRUPO DE ATENCIÓN TEMPRANA; LEGAL, Depósito. Libro blanco de la atención temprana. Documento, 2000, vol. 55, p. 2000.